15 de mayo de 2009

El mar de los sentidos

La música recorre,
embriaga los sentidos,
recobra su significado
en una danza sutíl,
en una sencilla melodía,
en un canto impregnado
de imposibles formas,
de fascinantes adjetivos,
de incontables infinitos,
de nubes con aroma
que bombean de otra forma
esa luz de los oídos,
este compas único
traido desde el agua,
por el viento,
por la tierra
de las alegrías y los lamentos.

Es la música una expresión,
una suave brisa,
de los montes que hay
entre dos colinas
que se miran
mientras se funden,
y palpitan su corazón
que nace en cada instante,
duermen con cada latido,
con el tiempo
como primer puerto
del mar de los sentidos.

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